domingo, 2 de junio de 2013

ALTERNATIVAS A LA DEGRADACIÓN AMBIENTAL

1.) Energías Renovables.  El 80% del consumo energético proviene en la actualidad de la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), que producen CO2, causante del efecto invernadero, se agotan rápidamente y su consiguiente encarecimiento.
Urge la utilización de energías más o menos limpias como la geotérmica, hidráulica, impacto ambiental como la mareomotriz o la de las olas, la biomasa (CO2), biocarburantes (CO2), solar (placas que consumen mucha energía en su fabricación), eólica (impacto).

2.) Aire limpio. Ya en el silo XV ciertos autores ingleses denunciaban el olor nauseabundo de las calles de Londres causados por los “gases infernales y subterráneos” que desprendía la quema del carbón mineral…


El agujero de ozono


Gases de efecto invernadero y cambio climático
La luz procedente del Sol calienta la Tierra y esta libera parte del calor en forma de radiación infrarroja. Existen gases en la atmósfera que tienen la capacidad de retener parte de los infrarrojos, así que no todo el calor que había entrado sale de nuevo.
Gracias a los gases de efecto invernadero vivimos en un planeta confortable, ya que sin ellos la Tierra sería un lugar gélido e inhóspito.
En la atmósfera se hallan más de una treintena de gases de efecto invernadero, los dos responsables principales: el vapor de agua y el dióxido de carbono. El más importante es el vapor de agua, que retiene las dos terceras partes del calor que absorbe la atmósfera.

3.) Calidad del agua. La vida es inseparable del agua líquida y aunque el 70% del planeta está cubierto de agua, sólo el 3% es dulce y de esta, la mayoría es hielo.
La actividad humana está unida al uso masivo del agua dulce en la industria, agricultura y ganadería produciendo además, vertidos residuales que la contaminan, haciéndola perder las condiciones necesarias para los usos que tenía en su estado previo (productos químicos, microorganismos, elevación de temperatura, residuos  orgánicos y ganaderos, abonos, pesticidas, metales pesados -Hg y Pb-, pinturas y disolventes, hidrocarburos….. que le hacen perder al agua su calidad).
En las últimas décadas ha mejorado la tecnología para el tratamiento de los efluentes, pero la situación es extraordinariamente preocupante.

4.) Lucha contra la desertificación. La pérdida de suelo fértil por la eliminación de la cubierta vegetal protectora por deforestación, pastoreo intensivo, incendios forestales, urbanización y agricultura en suelos marginales.
La desertificación es una de las principales dificultades para aumentar la producción de alimentos y conservar la biodiversidad.
Urge la gestión adecuada del agua, proteger la cubierta vegetal y fomentar una agricultura y ganadería acorde con las posibilidades del suelo y su preservación. La protección del suelo es más rentable y económica que su recuperación.
En Andalucía  y el levante español es un problema grave, pues el clima subárido (lluvias torrenciales) favorece los arroyos y la desertización.

5.) Las tres “R”. El desarrollo tecnológico y la sociedad de consumo han disparatado la producción de residuos sólidos (las menos agresivas del medio), líquidos y gaseosos –más y más contaminantes-. Proceden de la agricultura, ganadería, pesquerías y aprovechamiento forestal; lo minería, la medicina y las ingentes cantidades de basura de hogares, comercios y construcción.
Contra los residuos biodegradación (microorganismos que consumen ciertas sustancias residuales) y biorremediación (favorecer la biodegradación, añadiendo abonos a los vertidos petrolíferos para favorecer el desarrollo de los  microorganismos que lo degradan).
Pero lo más urgente es frenar el impacto de los residuos sobre el medio mediante tres acciones (Las tres “R”):
-       Reducir la cantidad de residuos.
-       Reutilizar en lugar de usar y tirar.
-       Reciclar los desechos, especialmente papel, vidrio y metales (recogida selectiva y el tratamiento de los residuos para su reciclado es costoso y debería pagarlo el que los produce, “El que contamina paga”, pero al final lo pagamos los consumidores con un sobrecoste en nuestras compras.

6.) Disminuir la exposición a los riesgos naturales. Se viene observando un aumento de los riesgos climáticos asociados al cambio climático. El aumento de la cantidad de energía en la atmósfera, provocan violentos huracanes, inundaciones, vientos…. cuyos efectos son devastadores debido a las grandes concentraciones de la población en las ciudades (más del 50% de la humanidad vive en ellas) que además, muchas de ellas están situadas en lugares de riesgo como costas bajas o zonas sísmicas ……. Los expertos esperan que en cualquier momento ocurra el primer desastre natural que produzca un millón de muertos en una de estas megaciudades.

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