jueves, 20 de junio de 2013

Compartir la propiedad intelectual


Antes llevar miles de canciones en el bolsillo parecía un sueño imposible, hoy se puede gracias al MP3.
La industria musical ha cambiado por la revolución iniciada en Internet por los amantes de la música. Las tecnologías que han hecho posible el cambio son la digitalización y la comprensión.

Digitalización: digitalizar sonido o vídeo tiene una gran ventaja: cada copia es un clon idéntico al original, mientras que con cada copia sucesiva de una cinta analógica se pierde calidad.
Para guardar un texto en un ordenador basta con traducir letras a bytes usando el código ASCII.
No es tan fácil convertir el sonido (analógico) en una ristra digital. La señal analógica es una onda continua, que vemos como una curva. Al convertirla a digital lo que hacemos es tratar de reproducir esa curva con barras verticales que representan muestras de audio tomadas cada cierto tiempo. Cuantas más muestras haya por segundo y cuanto más precisa sea cada muestra, la versión digital será más fiel a la analógica.
Los CD de música almacenan las canciones en archivos con estos parámetros y sin comprimir.

Comprensión: pero esos archivos son muy grandes, así, en un CD de 700 megabytes caben 80 minutos de música. La solución fue el MP3, un formato comprimido de música digital que descarta los sonidos que el oído humano medio no puede percibir y los que no se oyen cuando suenan al mismo tiempo otros.
El algoritmo de MP3 consigue reducir 11 veces el tamaño del archivo y mantiene casi la misma calidad de sonido de un CD.
En 1998 un estudiante universitario de 18 años creó Napster, un programa de intercambio de archivos basado en la tecnología P2P (peer-to-peer), cuyo significado es "comunicación entre iguales".
En Internet los ordenadores se comunican por lo general a través de servidores centrales: para compartir un archivo, un usuario tendría que subirlo a un servidor y otro descargarlo de allí. Con el P2P pueden enviarse los archivos directamente.
Esto abrió la vía de compartir a escala global, incluso material protegido con cpyright, lo que abrió una batalla legal y las discografías consiguieron que los jueces cerraran Napster.
Pero surgieron nuevas redes P2P como aDonkey, BitTorrent o Ares. Las redes P2P están cambiando las reglas de la televisión mucho más que la transición a la TDT.

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